
Hola me llamo Gabriel, tengo 10 años y me gusta jugar, divertirme, pero sobre todo me gusta mucho imaginar y soñar, voy a contar una historia para mí demasiado trágica pero para los demás divertida:
Un día soleado me levanté tempranito y me fuí con mis abuelos y mi hermano a San Luis, nosotros somos de Mendoza Argentina; es ese viaje mi corazón me latía tan rápido de la emoción que no sé como explicarlo; se me hizo largo el viaje pero para cuando llegamos al Cristo de la quebrada ya era de noche, y observaba a mis abuelos y mis tíos como armaban la carpa para que pudiéramos dormir, esa fue una linda noche y cuando me dormí me sometí a un mundo demasiado extraño, fue la primera vez que entendí lo que es soñar; a la mañana siguiente nos fuimos a caminar y disfrutar de un día soleado y de kioscos por todos lados donde había mucha gente.
Después de una larga caminata por los kioscos y por el cerro, con mi hermano menos de 8 años nos fuimos a un circo que había cerca de la carpa, nos sentamos y mientras yo estaba comiendo un churro (masa cilíndrica con dulce de leche en su interior); el circo estaba bueno e interesante, me gustaba, incluso me quedé fijo mirando un payaso como hacía trucos y después de los trucos el payaso de empezó a esconder en una sábana o carpa que había colgado de un alambre, yo me empecé a reír porque por abajo se le veían los pies, hasta que de pronto el payaso no estaba más y no se adonde se había metido.
–¿Dónde estás payasito?
Justo cuando hice esa pregunta me sobresalté, el payaso estaba justo al lado mío mirando fijamente el churro que estaba comiendo; del miedo yo me fui corriendo y el payaso me empezó a perseguir, no sabía que hacer tenía mucho miedo, llegué a la carpa y me tranquilicé, me dolía mucho la cabeza del susto y el corazón me latía muy rápido, después de eso todos se empezaron a reír y yo no sabía por qué…
Alexis Deblasis
La mente de un niño suele ser demasiado grande y la imaginación ni hablar. Un niño tiene la capacidad de imaginar un mundo donde todo es posible, un mundo muy hermoso, Gabriel soy yo cuando era chico, y eso que me pasó fue real, ahora lo cuento y me da risa, pero en su momento no entendía nada y me daba miedo, me asusté mucho, y ahora la verdad comprendo todo; es realmente impresionante todo lo que pasa por la mente de un niño…